martes, 27 de marzo de 2007

EL PRESERVATIVO

TRIBUNA LIBRE
López Trujillo
Justo Aznar es jefe del departamento de Biopatología Clínica del Hospital Universitario La Fe de Valencia
Unas declaraciones a la BBC del cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, han levantado en la opinión pública una importante polémica al afirmar que «el espermatozoide puede pasar fácilmente a través de la red formada por el preservativo». Ciertamente, esto no es cierto, pero parece razonable admitir que la idea de fondo que transmite en su entrevista es que el preservativo no es un método seguro para prevenir la transmisión del Sida. Y a ello quiero referirme.
En efecto, el preservativo es uno de los métodos menos seguros para prevenir embarazos no deseados, pues, según abundantes datos de la literatura médica, tiene un índice de fallos que oscila entre 10 y 12 embarazos al año por cada 100 parejas que lo utilizan.
Por tanto, si falla para prevenir el embarazo, con más razón puede fallar para evitar el contagio de cualquier enfermedad de transmisión sexual, y entre ellas el Sida. Y así lo confirman los datos. En efecto, en el más amplio estudio realizado hasta la fecha para valorar la capacidad del preservativo para impedir la transmisión del VIH, trabajo que recoge todos los publicados en lengua inglesa hasta 1990 (Soc. Sci. Med. 36; 1335, 1993), se concluye que el preservativo reduce la posibilidad de contagio en un 69,9 por ciento.

Datos más recientes publicados por los institutos de la Salud de Estados Unidos (N. Engl. J. Med. 344; 611, 2001) incrementan esta tasa de protección hasta un 85 por ciento, por lo que siempre queda un porcentaje de 15 a 30 por ciento de contactos sexuales no protegidos.
Sin embargo, a mi juicio, la forma más objetiva para valorar en qué medida protege el preservativo de la transmisión heterosexual del Sida es estudiar si se contagia la persona sana de una pareja heteróloga (uno sano y otro VIH positivo), que tengan relaciones sexuales normales y que usen sistemáticamente el preservativo.
En un estudio realizado con parejas en las que el varón era hemofílico y VIH positivo y ella no, tras dos años de seguimiento, el 27 por ciento de las mujeres se habían contagiado (V Internacional Congreso on AIDS. 1989. Abstract MAO 33). Estos, y otros datos parecidos, han hecho que importantes asociaciones médicas, no precisamente afines a la ideología del cardenal López Trujillo, claramente subrayen la insuficiencia del preservativo para garantizar la no transmisión del VIH.
En efecto, el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades Infecciosas de Atlanta afirma: «La abstinencia y las relaciones sexuales con una pareja sana son las únicas estrategias absolutamente seguras para evitar el Sida. El adecuado uso del condón en cada acto sexual puede reducir, pero no eliminar el riesgo de transmisión de enfermedades sexuales (JAMA 259; 1921, 1988).


También el consejo de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas indica que: «El mejor consejo para evitar la transmisión del Sida es abstenerse de las relaciones sexuales, y para aquellos con riesgo de infectarse, seguir una relación monógama con una pareja sana. El uso del condón en las relaciones sexuales reduce, pero no elimina totalmente el riesgo de transmisión del Sida (J. Infec. Disease 158; 273, 1988). Pero hay otro dato más que merece ser considerado. Las grandes campañas publicitarias realizadas para incrementar el uso del preservativo no sólo no han disminuido el número de contagios de enfermedades de transmisión sexual, sino que incluso las han aumentado.
Entre otros muchos trabajos, en un reciente informe (BMJ 327; 62,2003), se constata que, en los últimos seis años, en el Reino Unido, las infecciones por clamidia han aumentado un 108 por ciento y las sífilis un 500 por cien. Aunque en este trabajo no se dan porcentajes respecto a la infección por el VIH, también se refiere que el número de personas infectadas por el virus del Sida ha aumentado cada año.
Finalmente, un último aspecto que considero de interés, porque también a él se han referido con insistencia los medios de comunicación que han comentado las declaraciones del cardenal López Trujillo, es en qué medida la actitud del responsable vaticano podría afectar a la prevención del Sida en África. En este sentido, creo que es de interés resaltar que datos recientes demuestran de forma inequívoca que la gran disminución de la infección por VIH conseguida en Uganda, el país de África donde mejor se ha combatido la expansión de este virus, es atribuible al éxito de la campaña educacional que promueve en los jóvenes la abstinencia sexual.
La educación en la abstinencia es poco eficaz cuando los adolescentes ya se han iniciado en las prácticas sexuales, pero es muy eficaz en los adolescentes más jóvenes, y no es incompatible con una educación sexual que contemple también la contracepción (Lancet 360, 1792, 2002).
Es decir, parece una evidencia médica que el preservativo disminuye las posibilidades de contagio del Sida, pero no las excluye totalmente; pero si las campañas realizadas para promocionar su uso, indirectamente, inducen a que aumenten los contactos sexuales, el incremento absoluto de infectados por enfermedades de transmisión sexual, no solamente no disminuye, sino que incluso, como se ha constatado en el Reino Unido, aumentan.
Por todo ello, estoy convencido de que, con independencia de lo manifestado por el señor cardenal sobre la posibilidad de que los espermatozoides pueda atravesar el látex, si esto fue ciertamente afirmado por él, su mensaje de fondo es o debería ser que, para los que quieran tener relaciones sexuales promiscuas, el preservativo reduce la posibilidad de contagio pero no la elimina; pero, para evitar con seguridad infectarse por el Sida, sólo hay un método que no falla, las relaciones sexuales con persona sana o la abstinencia hasta poder conseguir esto.

1 comentario:

webmaster tmarin dijo...

!!! Castidad hermanos, Castidad!!!
Es broma.....lo mejor una buena y NO HIPÓCRITA educación sexual desde temprana edad....porque no nos engañemos,los infantes tienen acceso a temas sexuales desde chicos,tv,ordenador,fotos etc....
Así que no seamos hipocritillas y una buena educación sexual según edades.....y después quien quiera abrazar la castidad , que lo haga....(jó ..)
un abrazo.....Tere Marin