martes, 1 de enero de 2008

CUANDO DAR CLASE SE CONVIERTE EN UN "CALVARIO",


Cuando dar clase se convierte en un calvario

(PD/ÉPOCA).-"Eres un mierda". Ya es común escuchar estas expresiones dirigidas de alumnos a profesores. Y son afortunados aquellos que no reciben una paliza o una humillación. Escenas de la educación secundaria en una España donde el cachete ha sido borrado por el BOE. La cultura de sacrificio del deber ha muerto. El calvario de los profesores ante la violencia generalizada.

"Si corrigiéramos como antes, el Informe PISA sería peor", dice un profesor sin nombre, en la indefensión de su anonimato. Decretados la Logse y la Loe, basados en los valores del Mayo del 68, en el fin de la disciplina y la cultura del deber y el esfuerzo, hoy los adolescentes llegan a la vida adulta como verdaderos depredadores sociales:
Cuando me agredió aquel alumno, el director prometió que me iba a hacer un reconocimiento público, lo cual hubiera ayudado, pero no lo hizo porque hay redecillas. Los chicos detectan quién es el profesor menos integrado y lo eligen como objetivo. No hay protección, ni desde la Administración ni desde el claustro. No hay conciencia de grupo.

Lo cuenta Rosalina Moreno en un reportaje de
la revista Época. Han sido los mismos que legislaron la Logse, un grupo con ideologías de los años sesenta y setenta, los que han llevado al desastre la educación española. La enseñanza pública ha sufrido un deterioro en los últimos años en cuanto a la percepción que tiene la sociedad de cómo se trabaja en ella “porque las últimas leyes educativas no han beneficiado a la educación española”.

Araceli Oñate denuncia que “la Logse empieza a producir sus efectos y tenemos una especie de pedagogismo barato que está creando un tipo de educación donde la evaluación es percibida como un cáncer, donde la validación de los programas no se realiza jamás y donde el debate fundamental es el de las competencias”.
Ya lo decía con clariveidencia Pérez Reverte su última columna en
El Semanal:

No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.


AGRESIÓN A PROFESORES


El profesor vive, día tras día, en el aula situaciones que impiden el normal desarrollo de la clase. Desde hace algún tiempo, la falta de disciplina y la violencia escolar se muestran como un fenómeno creciente en las aulas, lo que supone un desafío para el colectivo docente. Una serie de alumnos, fundamentalmente de primer y segundo ciclo de la ESO, con un total desinterés por adquirir conocimientos, acude a clase sin el material escolar y sin las tareas que se le han mandado, y se dedica a interrumpir al profesor y a los compañeros con comentarios fuera de lugar.
Además, hacen ruido y desobedecen las normas. Cuando el profesor les llama la atención, lo toman como un desafío y responden de forma violenta, llegando al insulto, la amenaza e incluso la agresión.

Permitidme tutearos, imbéciles


PD).- Lo habíamos leido ya, como hacemos con todo lo que escribe
Arturo Pérez Reverte, pero no hemos tomado la decisión de reproducirlo y darle aire hasta que no empezaron a llegarnos mensajes de correo electrónico subrayando que nuestro viejo reportero, nuestro mejor novelista y nuestro querido amigo "tiene toda la razón".
Por su indudable interés para España y los españoles, para quienes estudian o pretenden hacerlo, para los políticos que nos gobiernan y los que lo harán después de las generales de marzo de 2008, para el país en general, reproducimos -singular y excepcionalmente- esta columna aparecida en el
XLSemanal.

PATENTE DE CORSO, por Arturo Pérez-Reverte


Permitidme tutearos, imbéciles


Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno.
Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.


No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.


De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas.


De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.


Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia.
Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.


Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico».


O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.


Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos».


Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante.


Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet.


La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.


Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.

4 comentarios:

webmaster tmarin dijo...

Si será verdad lo dicho...(es una afirmación)....
Pero aquí no se salva nadie,ni políticos , ni padres y madres ni educadores/as....es de la raiz a la copa...todit@s....me incluyo....algunos hemos jugado en varios frentes,padre o madre,educador y algun@s hemos puesto frente y otros se rindieron...
Pero no olvidemos a las personas honestas en su función , cualquiera que le toca en la educación, porque también las hay....son humanistas que siguen aportando lo mejor de si mism@s a la sociedad.
Sobre el tema de la estupidez humana hay varios libros(por si no teneis bastante con la realidad que os rodea) ...os dejo las direcciones:
www.eumed.net/cursecon/economistas/Cipolla.htm

biblioweb.cc/s/view.php?CATEGORY2=2&ID=117
Saludos afectuosos
Tere Marin

Pais Vasco-Ibasque dijo...

La verdad es que me sabe muy mal esa gente que sienta cátedra desde su púlpito bien pagado,. Me sienta mal que sea Reverte precisamente, una persona que una vez escribió un buen libro y luego se dedicó a escribir muchos malos libros. Y sobre todo me sienta mal que en cada artículo suyo insulte a una parte de la sociedad. Cualquiera podemos decir lo que dice Reverte, es muy fácil critica pero nunca le he visto proponer soluciones. No me vale.

Gaietá Barranco dijo...

Ja¡ buenisimo¡¡
Aca tambien es asi¡
Encontrar adolescentes con interes por aprender algo es muy raro.
Yo tengo sobrinos adolescentes a los que tengo tan cerca como para poder seguir su evolucion educativa, y resulta que el grado de "burrez" que han adquirido es sorprendente.
Como se le inculca a un chico el amor por la lectura, por el conocimiento y por cultivar el espiritu ?
Y es más¡ como les decis que no se estudia para ganar plata sino para enriquecerse de otra
forma; y que si despues ganas guita bienvenido sea pero que lo mas importante es el placer de aprender por aprender.?
Ahora digo : Que quiere decir "ideologias de los sesenta y setenta"?
Ojo que acá en argentina la destrucción educativa se consumò sobre todo con ideologias bien ochenta y noventa; vistas muy bien por el establishment de derecha que impulsa la educacion privada, haciendote creer que la educacion publica es una basura.
En tanto, la brillante educacion cubana responde a ideologías bien sesenta y setenta.
Tan vez se refiera a los sesenta y setenta españoles que al igual que aca estan signados por la dictadura y sus consecuencias.
Valdria la pena una aclaración.
Jamas en la argentina la educacion privada a dado una sola muestra que supere a las dadas por la educacion pública.
Y es más, si pedis por ejemplo un medico, y tenes un postulante de la UBA y otro de El Salvador: Con cual te quedas?
Ni los defensores de la educación privada dudarian en la elección.
Bueno, en fin , es verdad que la educación es un desastre, y no se como puede hacerse para mejorarla, porque remontar esta situacion social en la que para alcanzar tus sueños tenes que bailar o patinar en lugar de estudiar y respetar a tus maestros es una tarea dificil, muy ardua y dificil.
Solo nos queda hacer un poco de contracultura...
Gracias¡¡
carlos Vighi,BsAs.Argent
www.imagenesconmemorativas.blogspot.com/

Rut Raquel Romualdo dijo...

Educación, fracasos y métodos.

Luis M. Xumini.

El fracaso escolar que está azotando a la sociedad española es público y notorio; y en el ámbito internacional, el nivel de nuestros alumnos ya va en la cola; y esto no es lo peor, que aún está por venir.

A finales del pasado año el periodista, escritor y académico cartagenero, Arturo Pérez-Reverte, en un arranque de rabia por esta ruina social, económica, cultural y humana, publicaba Permitidme tutearos, imbéciles, artículo en el que no dejó títere con cabeza entre los responsables políticos de la catástrofe. Pero una vez deja de hervir la sangre hay que ver las raíces del problema, la causa final, o sea, qué es lo que hace que la realidad tienda a ser la que está siendo.

No pocos maestros de primaria con muchos años de oficio, que han conocido épocas más floridas, sienten vergüenza por el nivel con el que salen sus alumnos para secundaria, ámbito en el que el fracaso escolar ya se manifiesta a todas luces y sin piedad.

Pero es que en las reuniones de padres de bachillerato y formación profesional, muchos quedan atónitos ante las quejas de los tutores por el bajo rendimiento de los alumnos, debido, principalmente, a la apatía y a problemas graves con la comprensión lectora.

Y las quejas entre el profesorado universitario por el bajo nivel de los nuevos alumnos, ya ni se comentan, eso es lo que hay y lo que toca.

La situación no sólo está pervertida, es perversa, porque la cantidad de suspensos puede tender a mantenerse, pero es a costa de bajar el nivel de enseñanza, pues, aún sin querer, es una consecuencia natural y casi involuntaria intentando paliar la catástrofe. Pero con ello sólo se logra realimentar el problema, degradando aún más una situación que en sí misma ya es una ruina, y cuyas consecuencias más graves aún están por llegar, con un coste difícil de describir y cuantificar por su cantidad, complejidad y heterogeneidad, pero que será muy relevante para la sociedad española; y pagarlo, lo que se dice pagarlo, no dude que lo vamos a pagar.

El asunto es complejo, pero las deficiencias en la comprensión lectora es una de las claves, pues con ella van aparejadas las dificultades para entender las materias y comprender el mundo; y sin comprender lo que se lee, la novela más apasionante puede convertirse en una tortura; con ello, la apatía, las dificultades para poder estudiar, el poco interés y la falta de curiosidad, vienen servidas como consecuencias inherentes. En esas condiciones no es de extrañar que la atención de los chicos pronto sea absorbida por otros asuntos y medios que les reportan menor dificultad y sufrimiento.

Está claro que las dificultades en la comprensión lectora tienen su origen en los primeros niveles de enseñanza, y que se arrastra por todos los niveles, que no logran compensarla. Por lo tanto, no hay duda de que los métodos de enseñanza no están funcionando, porque lo están demostrando los hechos, los resultados.

Desde luego, los políticos españoles tienen que ponerse las pilas, tienen el deber y la responsabilidad política, ética, moral, material y social de abordar esta ruina para la sociedad española, dejándose de las muchas cosas que han hecho tan torpe e irresponsablemente con este importante asunto, que tiene unas consecuencias que abarcan desde la calidad de vida, al progreso humano, cultural y socioeconómico, pasando por cuestiones de estricta supervivencia.

“Si una generación dejase de estudiar, la humanidad actual, en sus nueve décimas partes, moriría fulminantemente. El número de hombres que hoy viven sólo pueden subsistir merced a la técnica superior de aprovechamiento del planeta que las ciencias hacen posible. Las técnicas se pueden enseñar mecánicamente. Pero las técnicas viven del saber, y si éste no se puede enseñar, llegará una hora en que también las técnicas sucumbirán." José Ortega y Gasset.

Pero no se puede olvidar que los métodos de enseñanza se encuentran entre las causas finales de esta catástrofe; métodos que son producto del pensar y decir de aquellos que se han atribuido el saber en ciencias y técnicas de la educación.

Y los mismos que nos han conducido a esta ruina, no pueden decir ahora cuáles son los métodos que nos pueden ir sacando del agujero, porque no tienen ni legitimidad ni autoridad, su incompetencia en la materia está más que demostrada, sería el colmo que aquellos que nos han causado el problema por su falta de saber, nos vengan a decir ahora cuál es la solución.

Para resolver este problema, los políticos tienen que atenerse al sentido común y a la prudencia, tendrán que considerar y decidir el traspasar las facultades académicas y formativas en ciencias y técnicas de la educación, a quienes pueden administrarlas con más saber, con más responsabilidad y con más prudencia, porque en esto no sirven ni promesas ni componendas: o se sabe, o no se sabe, esa es la cuestión.