jueves, 12 de abril de 2007

UN REFUGIO PARA CURAS PEDÓFILOS

ABUSOS / Unico en Suramérica, funciona cerca de Buenos Aires con la aprobación de la Justicia y la complicidad del clero
Un refugio para curas pedófilos

Cuenta Ramy Wurgaft en El Mundo que los vecinos de Tortuguitas comenzaron a tener sospechas al observar que algunos de los sacerdotes que llegaban al hogar Mis Hijos, lo hacían al amparo de la oscuridad. Y que, al cabo de un tiempo, abandonaban el recinto con el mismo sigilo, rodeados de otros curas que los ocultaban de la mirada de los impertinentes. Sólo ahora se enteran que tras la valla que rodea al viejo chalé funcionaba -o aún funciona- un refugio para sacerdotes pedófilos, con el conocimiento y la aprobación tácita de las autoridades eclesiásticas.

Hasta donde se sabe, en ningún otro país de Latinoamérica existe una institución similar. Por algo será que más de un centenar de ovejas descarriadas de todos los rincones del subcontinente, han recalado, según la denuncia del programa televisivo Punto Doc, en esta pequeña localidad, situada al noroeste de Buenos Aires.

Unos reporteros grabaron con cámara oculta la entrevista que mantuvieron con el sacerdote Pedro Marano, ex director y psicólogo de Mis Hijos, en la cual éste reconoció que allí se «trata a los hermanos que han caído en el nefasto vicio», jactándose de que la mayoría de esos «espíritus torturados» se han reinsertado luego en sus parroquias o iglesias. Marano admitió que la institución no reportaba los casos a las autoridades, al menos que hubiera denuncia de por medio. El psicólogo insinuó que el Episcopado estaba al corriente de tales procedimientos.

Abusos sexuales

El hogar Mis Hijos funciona bajo el auspicio de la Domus Mariae, una asociación privada fundada en 1991 con el propósito de socorrer a sacerdotes que padecen trastornos emocionales. Para este fin, las damas de la organización pasaban el cepillo entre los humildes feligreses de las iglesias de Tortuguita y de las vecinas parroquias de Pilar y Campana. Con el dinero recolectado se ampliaron las dependencias de Mis Hijos y recientemente, se habilitó un nuevo centro en la finca Los Cardales.

De todos los pacientes que han obtenido asilo en Domus Mariae, Mario Napoleón Sasso es el único que, muy a pesar suyo, ha cobrado notoriedad. Después de su rehabilitación, el sacerdote fue procesado por abusar sexualmente de cinco chicas, de entre 5 y 12 años, que acudían al comedor para indigentes donde Sasso ejercía las funciones de asesor matrimonial.

Lía López, una laica consagrada y responsable de los programas de nutrición, denunció los atropellos del sacerdote ante José Ramón de la Villa, el vicario general de la diócesis de Campana.«El curita se puso tan furioso que comenzó a arrojar objetos por toda la habitación, incluso rompió el televisor de una patada», comentó López a EL MUNDO. Fue necesaria la intervención de Luis Guzmán, cura y psiquiatra que goza de predicamento en la comunidad, para que la Justicia enjuiciara al vicario por encubrir las prácticas aberrantes de aquel subalterno.
Con estos antecedentes en sus manos, Guzmán y López interpusieron una demanda pidiendo que se despojara a Domus Mariae de su personalidad jurídica y se interrogara al padre Anselmo Romero, un ex paciente que actualmente ocupa el cargo de director del hogar Mis Hijos, sobre el motivo que le indujo a abandonar precipitadamente la feligresía de Mocoretá.

Contactado por este diario, Anselmo reaccionó con displicencia: «Que vengan y que investiguen. Aquí no hay nada que ocultar».El sacerdote tiene buenas razones para sentirse fuera del alcance de la Justicia. A principios de septiembre, la fiscal Patricia Kaplis dictaminó que, aunque la conducta de los responsables del centro de rehabilitación sea «reprochable en cuanto a la moral, desde el punto de vista legal su proceder no constituye delito alguno».

ABUSOS / Obligaba a los niños a tocar sus órganos sexuales

Cárcel para un cura francés que enseñaba el catecismo desnudo

RD/Agencias
Un sacerdote de la ciudad francesa de Bensançon, que enseñaba el catecismo desnudo y obligaba a sus alumnos a realizarle tocamientos, fue condenado a cuatro años de cárcel, de los cuales uno es de cumplimiento obligatorio en prisión, informaron este jueves fuentes judiciales.

Bruno Kieffer, de 57 años, fue destinado en 1995 a la parroquia Santa Juana de Arco de Besançon, después de 27 años en una congregación italiana. En 1999, varios niños declararon que el sacerdote se paseaba desnudo frente a ellos, visiblemente excitado, y les obligaba a tocar sus órganos sexuales.

Una investigación demostró además que el religioso usaba ropa interior muy provocativa, poseía una colección de revistas pornográficas y mantenía una relación amorosa por correo con un hombre que se hacía llamar Cristo 1200.
Kieffer no reconoció los hechos ante el tribunal que también le condenó a no tener ningún contacto con gente joven y a seguir un tratamiento. La sentencia llega un día después de que un sacerdote canadiense fuera condenado en Francia a 12 años de cárcel por violar a un menor.

1 comentario:

nick dijo...

hola ps no manches q piensa se hombre ps antes para entrar a ese puesto estaba cañon haora todo es facil pobres niños yo le daria mas años de carcel y unas terapias
y porfavor quierola notici completa sale quiero saber mas adios y castiguen a ese maldito