DOCE ARGUMENTOS

Doce argumentos para oponerse al "matrimonio" homosexual

1.- Los homosexuales ya se pueden casar en cualquier país, con los mismos derechos y obligaciones que los heterosexuales: con otra persona del sexo opuesto y que tenga cierta edad y dé su consentimiento. Que un homosexual se queje de discriminación porque no le dejan casarse con alguien del mismo sexo es como si un polígamo se queja de discriminación porque no le dejan casarse con varias mujeres, o a un pederasta con un niño.

2.- Casar homosexuales es un experimento social inédito. Ninguna civilización ha practicado jamás el "matrimonio" homosexual. Incluso sociedades que la fomentaban, como los griegos antiguos, entendían el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

3.- Sólo un hombre y una mujer generan niños. El matrimonio es un estatus especial que la sociedad reconoce a la unión comprometida entre un hombre y una mujer porque su relación corporal es la única capaz de generar nuevos miembros de la especie humana.

4.- Para evitar desamparo legal, no hace falta aprobar el matrimonio homosexual. Casi todos los beneficios de un matrimonio a nivel de herencias, propiedades compartidas, etc. pueden regularlo dos o más personas con acuerdos legales ante notario, independientemente de que tengan relaciones sexuales.

5.- El "matrimonio" homosexual establece un agravio comparativo con las personas que viven juntas sin relaciones sexuales. Dos ancianas, tres hermanos en una misma casa... tienen una relación con afectividad, compromiso y convivencia, igual que puedan tener dos homosexuales. Pero se ven privadas de las ventajas legales del matrimonio gay, porque no practican sexo entre ellos.

6.- También establece un agravio comparativo con los polígamos, y con cualquier otra combinación numérica. Si casamos a dos varones, "con qué argumentos impediremos a los islámicos que no se casen con dos o más mujeres" Después de todo, "si se quieren...".

7.- El "matrimonio" gay debilita la fortaleza del matrimonio, igual que la moneda falsa debilita la moneda verdadera. La circulación de "moneda falsa" nos afecta a todos, porque se pierde confianza en esa moneda. Lo mismo pasa cuando se hace circular un matrimonio falso como si fuese matrimonio real: se da el mensaje de que casarse no significa nada. Como consecuencia, la gente no se casa y su compromiso es débil. Igual que la moneda falsa crea desconfianza en el sistema económico, el matrimonio falso crea desconfianza en el compromiso interpersonal y social, lo que daña de raíz a la sociedad.

8.- Pocos homosexuales se casan; el objetivo del movimiento gay es destruir el matrimonio heterosexual. Los líderes homosexuales lo han reconocido muchas veces. El homosexualismo político se vuelca en la exigencia del matrimonio para cambiar la sociedad y eliminar el matrimonio heterosexual monógamo y de por vida, que no quieren y en el que no creen.

9.- Legalizar el "matrimonio" homosexual significa legalizar la entrega de niños a homosexuales. Es un error pensar que se va a legalizar el matrimonio sin la adopción.

10.- Legalizar el "matrimonio" homosexual significa poner toda la maquinaria educativa y mediática del Estado al servicio del homosexualismo político. Si el matrimonio gay es legal, se enseñará en las escuelas. Los libros de texto de los niños explicarán la doctrina que las asociaciones homosexualistas hayan indicado.

11.- El "matrimonio" homosexual implicará multas y penas de cárcel para quien critique la actividad homosexual. En Suecia se decretó pena de cárcel para un pastor pentecostal por predicar las palabras de san Pablo sobre la homosexualidad. Otro país donde criticar la homosexualidad ha significado multas y juicios es Canadá. El grado de respetabilidad de la relación gay (no ya de la persona, que obviamente es merecedora de respeto simplemente por ser persona) será extremo, y su crítica punible. La libertad de expresión se verá recortada y probablemente también la libertad religiosa.

12.- El "matrimonio" homosexual ensanchará el abismo con otras civilizaciones. La mayoría de los musulmanes conocen poco de Occidente. Lo que conocen es básicamente lo peor: que producimos pornografía, que la exportamos en grandes cantidades y que nuestras mujeres visten impúdicamente. Casar homosexuales y destruir la familia no va a ayudar nada al diálogo Oriente-Occidente ni a mostrar las bondades de la democracia, sino sólo a erosionar los derechos humanos.

El matrimonio tiene sus leyes naturales para que resulte saludable y fructífero: que sea un hombre con una mujer, que sean adultos y no menores, que no haya consanguinidad, que sea voluntariamente.

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